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Milán (Italia) Inauguración del año académico en la Residencia Torrescalla

Con la Santa Misa en el oratorio de la residencia y una mesa redonda en el aula magna se ha inaugurado, el 15 de noviembre, el año académico 1997-98 de la residencia universitaria Torrescalla. La celebración eucarística ha sido oficiada por D. Domenico Saretto, capellán de la residencia. En la mesa redonda, que tenía por título “El sector non profit en la reforma del Estado social”, han participado Giuseppe Guzzetti, presidente de la Fondazione CARIPLO, y el prof. Alberto Quadrio Curzio, decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la Università Cattolica del Sacro Cuore.

Al acto acudieron diversas autoridades, los rectores de las universidades milanesas y exponentes del mundo empresarial, profesional, académico y cultural de Milán que colaboran con el proyecto educativo desarrollado en los centros universitarios de la Fondazione RUI. Unas doscientas personas, entre estudiantes de la Torrescalla y sus familias, quisieron también estar presentes, además de numerosos profesionales de los medios de comunicación.

El director de la residencia, Enzo Arborea, abrió la mesa redonda con algunas consideraciones sobre «la crisis generacional de los jóvenes de hoy, que, en una sociedad éticamente “neutra” se ven incapaces de construirse un futuro». En este sentido, la respuesta de iniciativas como Torrescalla es la de constituir un ambiente formativo animado por concretas opciones éticas —por el espíritu cristiano— que encuentran en la solidaridad un nuevo ethos civil. «La idea que, hace cuarenta años, dio vida a los centros de la Fondazione RUI, entre los que se cuenta la residencia Torrescalla, encuentra hoy en día amplio espacio en la opinión pública del país».

El Beato Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei y que impulsó numerosas iniciativas de alto contenido social —añadió Enzo Arborea—, sostenía que «es necesario que la Universidad forme a los estudiantes en una mentalidad de servicio: servicio a la sociedad, promoviendo el bien común con su trabajo profesional y con su actuación cívica (...). La Universidad no debe formar hombres que luego consuman egoístamente los beneficios alcanzados con sus estudios; debe prepararlos para una tarea de generosa ayuda al prójimo, de fraternidad cristiana».

La Residencia universitaria Torrescalla llega así a su trigesimoquinto año de vida en el seno de la realidad universitaria milanesa. Enclavada en plena Città Studi, alberga a unos setenta estudiantes universitarios de fuera de Milán y acoge en salas de estudio, bibliotecas y otros ambientes de trabajo a centenares de jóvenes que, además, pueden participar en seminarios, cursos de diverso tipo, actividades de investigación y servicios de voluntariado dentro y fuera de Italia.

Romana, n. 25, Julio-Diciembre 1997, p. 345-346.

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