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Actividades del Pontificio Ateneo de la Santa Cruz

«¿Qué sentido tiene para el cristiano el encuentro con una persona que ofrece un testimonio fuerte?» Se lo preguntaba Mons. Carlo Caffarra, Arzobispo de Ferrara-Comacchio, en el acto académico con el que el Pontificio Ateneo de la Santa Cruz ha recordado a su fundador y primer Gran Canciller, fallecido en 1994. «La lógica de ese encuentro es la economía de la Encarnación. La fe cristiana se basa en el testimonio de un encuentro: le hemos visto y hemos comido con Él». El arzobispo encuadraba, de esta manera, sus diversos encuentros con Mons. Álvaro del Portillo, a la luz emblemática del encuentro con Cristo.

En el acto conmemorativo intervinieron también como relatores el Cardenal Edouard Gagnon, el Gran Canciller Mons. Javier Echevarría, y el periodista Cesare Cavalleri, que presentó la primera semblanza biográfica publicada en Italia, con el título Álvaro del Portillo, Prelato dell’Opus Dei (Ares, Milan), escrita por Salvador Bernal, periodista y autor también de Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer. Apuntes sobre la vida del Fundador del Opus Dei (Rialp, Madrid, 1976).

En la introducción del acto, el Rector del Ateneo, Mons. Lluís Clavell, recordó con gratitud a Mons. Álvaro del Portillo, que en 1984, a la edad de 70 años, puso en marcha, con espíritu joven y afán apostólico, una iniciativa universitaria como el Pontificio Ateneo de la Santa Cruz, que cuenta actualmente con más de 1300 estudiantes en las cuatro Facultades y en la sede de Roma del Instituto Superior de Ciencias Religiosas all’Apollinare. Las intervenciones sucesivas trazaron el perfil de un hombre que unía la firmeza doctrinal y el temple interior a la gran afabilidad con que supo sellar todas sus relaciones humanas.

El Cardenal Edouard Gagnon evocó «la sencillez, la discreción, la serena tranquilidad, en una palabra, la humildad de Mons. del Portillo, detrás de la cual se advertía una profunda espiritualidad». El Cardenal se detuvo en dos aspectos paradigmáticos de la eficacia de su servicio a la Iglesia: el rigor con el que condujo la causa de beatificación de Mons. Josemaría Escrivá y su aportación al Concilio Vaticano II. En el primer caso, el sucesor del Beato Josemaría supo escoger y dirigir personas competentes y diligentes, y guiarlas en la elaboración de una documentación ejemplarmente completa. Respecto al segundo punto, el Cardenal recordó el aspecto más significativo de la intervención de Mons. del Portillo en el Concilio como Secretario de la Comisión para la disciplina del clero y del pueblo cristiano, encargada de redactar el decreto Presbyterorum Ordinis. La votación final con la que la Asamblea, después de varios esquemas previos, aprobó prácticamente por unanimidad ese documento debe mucho a don Álvaro, que no ahorró energías para conseguir una síntesis de los diversos pareceres surgidos en el debate conciliar. El resultado, con su planteamiento de la misión del sacerdote como partícipe del ministerio de Cristo, se fundaba en una comprensión profunda del misterio de la Iglesia que Mons. del Portillo asimiló y aprendió a vivir junto al Beato Josemaría.

Mons. Javier Echevarría habló de la magnanimidad y la fortaleza de su predecesor, vividas heroicamente en lo ordinario 1.

Cesare Cavalleri, de las Ediciones Ares, trazó una rápida síntesis de los contenidos del libro (S. Bernal, Álvaro del Portillo, Prelato dell’Opus Dei), que se basan en el intenso trato personal del autor y en el testimonio ocular de muchas personas. El resultado dibuja no sólo el perfil del biografiado, sino también, en cierto sentido, toda una época de la Iglesia y del Opus Dei.

Simposio en honor del

Cardenal Joseph Höffner

El 16 de octubre de 1997 se cumplieron diez años del fallecimiento del Cardenal Joseph Höffner, Arzobispo de Colonia. Con este motivo, el Pontificio Ateneo de la Santa Cruz, en colaboración con la Archidiócesis de Colonia, organizó un Simposio para honrar su memoria, al que asistieron más de 200 personas, muchas de ellas venidas de Alemania. En el acto estuvieron presentes, entre otras personalidades, tres hermanas del fallecido Cardenal, su sucesor en el Arzobispado de Colonia, Cardenal Joachim Meisner, el Obispo Prelado del Opus Dei y Gran Canciller del Pontificio Ateneo de la Santa Cruz, Mons. Javier Echevarría, Mons. Manfred Melzer, Obispo Auxiliar de Colonia y durante muchos años secretario particular del Cardenal Höffner, el Obispo Auxiliar de Paderborn, Mons. Reinhard Marx, el Embajador de Alemania ante la Santa Sede, Jürgen Oesterhelt, la Diputada Monika Brudlevsky, en representación de un grupo de parlamentarios alemanes, y los Cardenales Opilio Rossi y Alfonso Maria Stickler.

El Simposio tuvo lugar el 30 de octubre, día especialmente significativo porque, como señaló Mons. Melzer, se cumplían sesenta y cinco años de la ordenación sacerdotal del Cardenal Höffner. La relación del Obispo Auxiliar de Colonia, estrecho colaborador del Cardenal durante casi treinta años, fue un testimonio muy emotivo en el que recordó su gran humanidad, alimentada por su profunda fe en Dios, y delineó un retrato muy personal del Cardenal Höffner, que, como ha afirmado el Cardenal Ratzinger, «de lejos parecía severo intelectual, pero de cerca hacía sentir el amor». Muy viva fue también la última relación, a cargo del Gran Canciller del Ateneo, que habló de la profunda amistad que unió al Cardenal Höffner con el Beato Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei, consolidada por el apasionado amor que los dos profesaban a Cristo y a su Iglesia 2.

Las otras seis intervenciones del Simposio estuvieron a cargo del Cardenal Joachim Meisner, Arzobispo de Colonia, del Prof. Manfred Spieker, de la Universidad de Osnabrück, de Mons. Darío Castrillón Hoyos, Pro-prefecto de la Congregación del Clero, del Rev. Hernán Fitte, del Pontificio Ateneo de la Santa Cruz, del Prof. Carlos Llano, de la Universidad Panamericana de México y del Rev. Prof. Mario Toso, de la Pontificia Universidad Salesiana. Intervinieron también Mons. Diarmuid Martin, Secretario del Pontificio Consejo “Justicia y Paz”, y Mons. Paul Josef Cordes, Presidente del Pontificio Consejo “Cor Unum”, que presidieron dos de las sesiones.

Al inicio del Simposio, el Cardenal Meisner leyó un mensaje del Cardenal Secretario de Estado, Mons. Angelo Sodano, que subrayaba que «su amor a la Iglesia y a los hombres, especialmente a los más débiles y necesitados de ayuda», fue siempre una de las características del Cardenal Höffner. El Card. Sodano, además, transmitía a todos los participantes en el Simposio la Bendición Apostólica del Romano Pontífice.

El último acto consistió en la dedicación de un Aula del Ateneo a la memoria del Cardenal Höffner, con un breve discurso del Embajador de Alemania ante la Santa Sede, Jürgen Oesterhelt. El Aula “Cardenal Joseph Höffner” es una de las más bellas del Palacio de San Apolinar, antigua sede del Colegio Germano-Húngaro. En el Aula se ha colocado una lápida con una frase del Cardenal: “Il cristiano che voglia partecipare ad altri la sua fede, deve egli stesso esser preso, nel profondo del suo cuore, dal messaggio evangelico”.

Romana, n. 25, Julio-Diciembre 1997, p. 328-330.

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