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Viajes pastorales

El Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, realizó varios viajes pastorales en agosto y septiembre.

El primero, del 31 de julio al 10 de agosto, le condujo a Australia y a Nueva Zelanda. Mons. Echevarría llegó a Sidney el 31 de julio por la tarde. Las dos primeras jornadas las dedicó, en su mayor parte, a encuentros informales con fieles de la Prelatura. Les animó a realizar un apostolado audaz para extender la doctrina de Cristo en todos los ambientes del país. En varias ocasiones, les estimuló a tener un trato leal, afectuoso y apostólico con personas de otras religiones. Durante esos días, se reunió con grupos numerosos de jóvenes en Creston College y en Warrane College. Creston es una residencia para universitarias situada junto al campus de la Universidad de New South Wales. Warrane es un College afiliado a esa universidad. Los estudiantes ofrecieron a Mons. Echevarría algunos regalos de bienvenida y le formularon diferentes preguntas. El Prelado les animó a ser perseverantes en la vida cristiana y a ayudar a sus amigos.

El lunes, 3 de agosto, acudió a Redfield, colegio de enseñanza media para chicos. Recorrió las instalaciones y saludó a profesores y padres. Después, en el patio, la banda del colegio interpretó una pieza musical y Mons. Javier Echevarría dirigió algunas palabras a los estudiantes. Días después estuvo en Tangara, un colegio femenino de segunda enseñanza.

El Prelado del Opus Dei viajó a continuación a Hobart, en Tasmania. Allí, visitó al Arzobispo, Mons. Eric D’Arcy. Luego acudió a los dos Centros de la Prelatura de la ciudad, para reunirse con fieles de la Prelatura, con Cooperadores y con estudiantes que reciben formación espiritual.

El martes 4 partió hacia Melbourne. También allí visitó al Arzobispo, Mons. George Pell, al que acompañaba el Obispo Auxiliar y Vicario General, Mons. Denis Hart. El Centro de la Prelatura de esa ciudad se ha establecido hace pocos meses. En una sala del Camberwell Centre, tuvo una reunión con un buen grupo de personas. Una mujer joven, que llevaba un bebé en brazos, contó al Prelado que, cuando iba a nacer su primer hijo, los médicos le aconsejaron el aborto, pues el niño viviría sólo unas horas debido a una seria deficiencia fisiológica. Ella, de acuerdo con su marido, rehusó esa práctica y decidió respetar la vida de su hijo, aunque fuera corta, si Dios lo había dispuesto así. Los pronósticos de los médicos se cumplieron y el niño falleció a las pocas horas. Sin embargo, pudieron bautizarlo, confirmarlo y tenerlo amorosamente en sus brazos. A raíz de esto, ella y su marido se acercaron más a Dios.

La siguiente etapa del viaje fue Nueva Zelanda. El Prelado llegó a Auckland el día 5. En esta ciudad, la más populosa del país, la Prelatura ha erigido dos Centros a comienzos de 1998. En un salón de reuniones del centro de la ciudad tuvo lugar un encuentro al que asistieron muchas personas. Una mujer maorí pronunció un corto discurso de bienvenida en su idioma y entregó a Mons. Echevarría un collar con un hueso de ballena. Explicó que, en la tradición cultural de su país, simboliza amor y amistad; antes de entregarlo es costumbre que el donante lo tenga cerca del corazón. Eso era lo que ella había hecho y ahora lo entregaba al Prelado en nombre de todos. Después, hizo una pregunta sobre la familia y la educación de los hijos. Mons. Echevarría encareció el amor de los esposos: «Maridos y mujeres, no os acostumbréis a quereros. Quereos cada día con una novedad santa».

Por la mañana del día siguiente, se entrevistó con Mons. Patrick Dunn, Arzobispo de Auckland. Depués viajó a Hamilton, ciudad en la que tuvieron su sede los primeros Centros de la Prelatura en Nueva Zelanda. Allí se reunió con los fieles del Opus Dei residentes en esa ciudad. Tras visitar al Obispo de Hamilton, Mons. Denis Browne, el Prelado regresó a Sidney.

El día 7, aniversario de su ordenación sacerdotal, Mons. Echevarría recibió muchas muestras de cariño. Ese día estuvo con el Cardenal Edward Clancy, arzobispo de Sidney. Por la tarde visitó a Mons. Kevin Manning, Obispo de Parramatta, una de las diócesis sufragáneas de Sidney. También mantuvo un coloquio con un grupo de sacerdotes diocesanos.

A lo largo de esos días, el Prelado se entretuvo con grupos de Supernumerarios y Supernumerarias de la Prelatura. Algunos habían venido desde Perth, ciudad situada a unos tres mil kilómetros de distancia. El domingo día 9 se reunió con unas 2.500 personas en el Darling Harbour Convention Centre. Una de las intervenciones más emotivas fue la de un hombre joven, visiblemente incapacitado, que con la ayuda de su hermana, explicó que a consecuencia de dos derrames cerebrales, había quedado tetrapléjico a los 24 años de edad. No podía realizar ningún movimiento, incluso había perdido el habla, pero conservaba la lucidez. En un primer momento, había tenido el sentimiento de que Dios le había abandonado, hasta que, con el aliento de algunos amigos del Opus Dei, comprendió el sentido del dolor en la vida. «Ahora mi vida es de oración y de abandono en la voluntad de Dios (...), y pienso con frecuencia que el Beato Josemaría decía que, con la gracia de Dios, tenemos que hacer lo imposible porque lo posible lo puede hacer todo el mundo. Padre, ¿qué puedo decir a otro que sufre, y cómo ayudarle a aceptar y valorar su cruz?», concluyó. El Prelado le respondió con unas emocionantes palabras sobre el valor cristiano del dolor y del sufrimiento.


Mons. Javier Echevarría llegó a Filipinas el lunes 10 de agosto.

Al día siguiente tuvo una audiencia privada con el Arzobispo de Manila, Cardenal Jaime Sin, que después ofreció una cena en su honor. Entre otros invitados, estuvieron presentes Mons. Nestor Cariño, Obispo Secretario General de la Conferencia Episcopal, Mons. Crisóstomo Yalung y Mons. Rolando Tirona, Obispos Auxiliares de Manila.

El día 12 por la mañana celebró la Santa Misa en el Stella Orientis Oratory de la University of Asia and the Pacific, iniciativa apostólica promovida por fieles de la Prelatura junto con otras personas *. Asistieron las autoridades académicas y el personal administrativo de la Universidad, a quienes el Prelado animó a aumentar el espíritu de oración y sacrificio, como fundamento de su trabajo profesional.

Un buen número de universitarias asistieron a la Misa que el Prelado del Opus Dei celebró el 14 de agosto en Tanglaw University Center. También celebró una Misa para universitarios, el 19 de agosto, en Samar Residence Hall. El día 15 tuvo dos reuniones en las que participaron varios millares de estudiantes en el Philippine International Convention Center de Metro Manila.

El domingo 16 de agosto visitó los colegios Southridge School y Woodrose, dos iniciativas de Parents for Education Foundation (PAREF), así como Dualtech Training Center, un centro de formación profesional impulsado también por fieles de la Prelatura. Al mediodía fue a Makiling Conference Center donde espoleó a intensificar el trabajo social en la zona y a establecer más actividades apostólicas en las provincias de Laguna y Batangas, al sur de Manila.

El 17 de agosto, el Prelado se trasladó a Cebú City y también allí visitó algunas labores apostólicas como Banilad Training Center y el Center for Industrial Technology and Enterprise (CITE), dos escuelas técnicas que fieles del Opus Dei y Cooperadores promueven en dicha ciudad. En estos centros de aprendizaje pudo ver con alegría los frutos de la semilla que Mons. Álvaro del Portillo había esparcido en las mentes y corazones de sus hijos filipinos hace once años, durante su visita pastoral a ese país. Animó a impulsar esos proyectos y a rezar por los que sufren y por todos los necesitados.

Durante las tardes del miércoles 12 y del domingo 16, Mons. Javier Echevarría tuvo dos grandes reuniones en el World Trade Center de Manila. Asistieron unas 8.000 y 10.000 personas respectivamente. Muchas familias acudieron a escucharle, a recibir su bendición, y a mostrarle su cariño. Reuniones similares se celebraron el 17 de agosto en la ciudad de Cebú, en el Waterfront Hotel Conference Hall, a la que acudieron 2.500 personas; y el 18 de agosto en el Amigo Hotel Conference Hall, en Iloilo City, donde se reunieron unas 1.500 personas provenientes de las islas de Panay, Bacolod e Iloilo.

En las diversas ciudades en las que estuvo, Mons. Echevarría se reunió y conversó con Obispos y sacerdotes diocesanos. Además del mencionado encuentro con el Cardenal Sin, el 19 de agosto tuvo sendas entrevistas con el Cardenal R. Vidal y el Arzobispo A. Piamonte. El 13 de agosto, durante una reunión con los socios de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, les impulsó a fundamentar toda su labor sacerdotal en la oración y en el sacrificio, y a reforzar los lazos que les unen a sus obispos. El 18 de agosto, inmediatamente después de llegar a Cebú, mantuvo un encuentro con obispos de las Visayas en Sugbu Study Center. El Arzobispo de Palo, Tacloban y Leyte, Mons. Pedro Dean, aprovechó la ocasión para agradecerle la formación que muchos de sus sacerdotes y seminaristas han recibido y reciben en la Universidad de Navarra y en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.

Durante esos días, además, Mons. Echevarría recibió a un buen número de familias. El 20 de agosto emprendió el viaje de regreso a Roma.


Mons. Echevarría viajó a Madrid (España) el 3 de septiembre para conferir la ordenación presbiteral a tres fieles de la Prelatura del Opus Dei. La solemne ceremonia se celebró el día 6 en la parroquia de San Alberto Magno. Después recibió a las familias de los nuevos sacerdotes. Ese mismo día se reunió con la Junta de Gobierno del Centro Educativo Tajamar, obra de apostolado corporativo promovida por fieles del Opus Dei en el barrio de Vallecas. El Prelado del Opus Dei recordó el cariño con el que el Beato Josemaría se refería a todo lo relacionado con Tajamar desde los comienzos de sus actividades. Cuando terminó el encuentro, recorrió la exposición fotográfica preparada por la Fundación Tajamar con motivo del cuadragésimo aniversario del centro educativo.

Dos días antes, el 4 de septiembre, había acudido a la sede del Centro Universitario Gurtubay, que celebra su quincuagésimo aniversario. Al llegar, Mons. Echevarría se dirigió al oratorio, donde permaneció unos instantes. Luego recorrió la parte antigua de la casa acompañado por unos cuantos residentes, a los que fue refiriendo recuerdos suyos de Gurtubay de finales de los años cuarenta. Después estuvo un rato con un buen grupo de estudiantes. Les habló de la necesidad de saber plantear a los universitarios de hoy ideales ambiciosos de servicio a la sociedad.

El domingo día 6, Mons. Echevarría se reunió en el Colegio Mayor Zurbarán con las estudiantes y profesoras de esta institución, que celebraba también su quincuagésimo aniversario. Durante el encuentro les estimuló, entre otras cosas, a realizar un amplio apostolado en su ambiente profesional, familiar y social: «no tengáis respetos humanos porque, si los tenemos, podemos ser obstáculo para que otras personas se encuentren con Cristo».

Mons. Javier Echevarría dejó Madrid el 7 de septiembre.


El Prelado del Opus Dei realizó un viaje pastoral a la ciudad de Almaty (Kazajstán) del 26 al 29 de septiembre. En esos días, además de conocer directamente el trabajo apostólico que realizan los fieles de la Prelatura, que llegaron a esta ciudad en julio de 1997, se reunió con varios grupos de personas que participan en actividades formativas.

En un encuentro el día 27, el Prelado se refirió al sufrimiento por el que ha pasado el pueblo kazako. Habló del sentido de la Cruz y de la importancia de realizar un trabajo profesional bien terminado, como manera de contribuir al progreso del país y de poner a Cristo en la entraña de todas las actividades humanas. En otro encuentro, ese mismo día, le regalaron una planta típica del país, un ajenjo del campo, que por su robustez puede crecer en los lugares más inhóspitos y en condiciones climatológicas extremas.

Tuvo también ocasión de visitar al Obispo-Administrador apostólico de Kazajstán, Mons. Jan Pavel Lenga, que en esos días se encontraba celebrando un retiro espiritual con el clero a unos 80 kilómetros de Almaty. Por invitación de Mons. Lenga, el Prelado del Opus Dei dirigió unas palabras al final de la Misa: agradeció a los sacerdotes reunidos el trabajo que están realizando en estas tierras de Asia Central y manifestó que pedía al Señor muchas vocaciones sacerdotales entre la gente del país. Mons. Lenga, por su parte, habló de su invitación, años atrás, a Mons. Álvaro del Portillo para que la Prelatura viniera a trabajar a este país, y agradeció que se hubiera satisfecho tal deseo.

El lunes día 29, Mons. Echevarría estuvo unos momentos en la catedral ortodoxa de Almaty y visitó después al Nuncio Apostólico, Mons. Marian Oles. Por la tarde quiso conocer la iglesia de la Santísima Trinidad, única parroquia católica de la ciudad. Al día siguiente, emprendió el viaje de regreso a Roma.

Romana, n. 27, Julio-Diciembre 1998, p. 282-286.

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