Romana

Durante los dos meses en que la guerra ha afectado más directamente a Kinshasa, el Centro Médico Monkole ha podido continuar su labor asistencial, dirigida fundamentalmente a la población más desfavorecida de los barrios periféricos. En condiciones que se degradaban paulatinamente, privados del abastecimiento ordinario de electricidad, agua y carburante, los dos puestos de atención médico-social, Eliba y Kimbondo, casi no han interrumpido sus actividades ordinarias.

Médicos, enfermeras y otros empleados han acudido al trabajo con regularidad. Muchos han albergado a los co-legas que vivían en los barrios más a-fec-tados. Y Monkole ha podido abastecer de agua a centenares de familias, gra-cias al pozo que asegura su autono-mía. La zona donde se encuentra Kimbondo fue bombardeada durante tres días y tuvo que ser evacuada. No ha habido daños materiales en las instalaciones y el trabajo se reanudó normalmente. Desde mediados de agosto, Monkole colaboró en el funcionamiento de una célula de coordinación de urgencias sanitarias causadas por la guerra.

Sigue en marcha el programa de Salud escolar. Del 24 de agosto al 24 de septiembre, sesenta y nueve maestros y profesores de secundaria recibieron un curso completo de prevención de enfermedades infantiles.