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Concedido el título de Universidad al Pontificio Ateneo de la Santa Cruz

Traducción del artículo publicado por “L’Osservatore Romano” el 5-VIII-1998.

Con fecha 15 de julio, el Papa Juan Pablo II ha concedido el título de universidad al Pontificio Ateneo de la Santa Cruz, que de este modo se convierte en la sexta universidad pontificia de la Urbe.

La Pontificia Universidad de la Santa Cruz es una institución de estudios eclesiásticos constituida por las Facultades de Teología, Derecho Canónico, Filosofía y Comunicación Social Institucional, así como por el Instituto Superior de Ciencias Religiosas del Apolinar.

Los alumnos son sacerdotes y laicos, hombres y mujeres, religiosos y candidatos diocesanos al sacerdocio. En el año académico 1997/98, los alumnos matriculados fueron 1.326, de 65 países de los cinco continentes, procedentes de 185 diócesis y de más de 30 institutos de vida consagrada.

La Universidad está confiada a la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei. El Gran Canciller es Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei, quien en diversas ocasiones ha recordado que esta universidad constituye el cumplimiento de un deseo del Beato Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei. Desde los años cuarenta, el Beato Josemaría tenía el propósito de promover en Roma una universidad que llevara a cabo su labor específica de investigación y de formación en las ciencias eclesiásticas al servicio de toda la Iglesia y en colaboración con los demás Ateneos pontificios.

La sede de la Universidad está en el palacio del Apolinar, y la Biblioteca en la vía de S. Girolamo della Carità. Ambos edificios se encuentran en el centro histórico de Roma y cuentan con una secular tradición de estudios eclesiásticos y de formación sacerdotal.

Refiriéndose al acontecimiento, el Rector de la nueva Universidad, Mons. Lluís Clavell, ha afirmado: «En este momento, mis sentimientos son de gratitud al Papa y a la Santa Sede. Son sentimientos de gratitud porque este título constituye una muestra de confianza: en los Ateneos romanos estudian personas de todo el mundo que llegan a Roma con el deseo de adquirir una preparación científica y cultural que les permita servir lo mejor posible a la Iglesia y a la sociedad. En este contexto, las instituciones universitarias llevan a cabo un papel muy significativo. Haciendo eco a un pensamiento recurrente del Beato Josemaría, Fundador del Opus Dei, yo diría que la nueva Universidad, al emprender esta nueva etapa, desea seguir aprendiendo de los demás Ateneos de la Urbe y colaborar con ellos en la importante misión evangelizadora que nos es común. Por eso quiero manifestar mi reconocimiento a todos los Ateneos que nos han ayudado a poner las bases de nuestro trabajo. En particular, nuestro agradecimiento va dirigido a la Universidad de Navarra, que nos ha ayudado generosamente desde los comienzos.

»Deseo, por último, recordar con afecto en este momento a nuestro primer Gran Canciller, Mons. Álvaro del Portillo. Gracias a su empeño y su estímulo, la actual Pontificia Universidad de la Santa Cruz dio sus primeros pasos y se consolidó a lo largo de los años. Asimismo, Mons. Álvaro del Portillo nos transmitió el deseo de poner al servicio de la fe el estudio y las capacidades intelectuales, para desarrollar las tareas de enseñanza y de investigación con seriedad y profundidad».

Las actividades académicas comenzaron en 1984 con los cursos de las Facultades de Teología y Derecho Canónico, a las que se añadió poco después la Facultad de Filosofía. En 1996 fue erigida la Facultad de Comunicación Social Institucional, que se propone formar comunicadores preparados para informar sobre la Iglesia tanto ante la opinión pública en general como en el seno de la propia realidad eclesial.

De la Facultad de Teología depende el Instituto Superior de Ciencias Religiosas del Apolinar, que, a través de una peculiar metodología de enseñanza a distancia, ofrece sus servicios a todos los fieles que desean una capacitación para la enseñanza de la religión en cualquier grado escolar, una adecuada preparación a los ministerios y a la animación de las comunidades locales y una formación teológica de altura universitaria.

Los profesores son, en total, 149, y proceden de 19 países distintos. Además de los ensayos, monografías y manuales publicados por los profesores, las Facultades tienen tres revistas científicas: Annales Theologici, Ius Ecclesiae y Acta Philosophica, que cuentan también con contribuciones de estudiosos de otros Ateneos.

Las tesis defendidas para la obtención del doctorado en Teología, Derecho Canónico y Filosofía son hasta ahora 474, la mayoría de ellas ya publicadas.

Además de sus ordinarias actividades, la Universidad de la Santa Cruz organiza todos los años seminarios de profesores, conferencias y simposios sobre temas específicos de las diversas Facultades. Algunos de los últimos temas tratados han sido, por ejemplo: “La Teología: anuncio y diálogo”; “El Catecismo de la Iglesia católica: perspectivas teológicas y catequéticas”; “El Magisterio social y la Centesimus annus”; “Congreso Internacional de Teología Moral”; “Identidad y misión del laicado”; “Imágenes del hombre: itinerarios antropológicos en la filosofía mo-derna”; “Autonomía de las ciencias y unidad del saber”; “Objetivismo cien-tífico, crisis de sentido y pensamiento metafísico”; “Iglesia y comunicación. Métodos, valores, profesionalidad”; “Comunicación y cultura de la vida”.

Romana, n. 27, Julio-Diciembre 1998, p. 295-297.

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