Romana

Con ocasión del sexto aniversario del fallecimiento de S.E.R. Mons. Álvaro del Portillo, primer sucesor del Beato Josemaría Escrivá, el 23 de marzo se han celebrado Misas por su alma en numerosas iglesias de todo el mundo. En Roma, Mons. Javier Echevarría presidió, en la Basílica de San Eugenio, una solemne concelebración en sufragio por su predecesor^[1]. Varios miles de personas han participado en estas ceremonias litúrgicas.

En Colonia, Mons. Herbert Michael, Vicario General de la Archidiócesis, celebró la Santa Misa en sufragio de Mons. Álvaro del Portillo en la iglesia de San Pantaleón. En su homilía destacó la bondad de Don Álvaro y expuso la necesidad de una conversión profunda en el Año Santo a través del Sacramento de la Penitencia.

Mons. Agustín Otero Largacha, Obispo Auxiliar de Bogotá, presidió una concelebración eucarística en la parroquia de Cristo Rey. En la homilía tuvo palabras elogiosas para el Beato Josemaría Escrivá y para Mons. Álvaro del Portillo, a los que llamó colosos de la santidad.

En Camerún, alrededor de 300 personas asistieron a la Santa Misa que tuvo lugar en la Chapelle Saint Laurent de la colina de Mvolyé (Yaoundé). Un grupo de alumnos del Seminario Mayor Provincial de Nkolbisson participó en la ceremonia litúrgica.

En San Juan de Puerto Rico la Misa en sufragio por Mons. del Portillo tuvo lugar en la iglesia de San José de Villa Caparra. Presidió la concelebración Mons. Roberto González Nieves, Arzobispo de San Juan de Puerto Rico, quien en la homilía puso de relieve algunos rasgos de la humildad y vida de entrega de Mons. Álvaro del Portillo. También quiso hacer partícipes a los feligreses de su devoción particular por el siervo de Dios. «Hace cuatro años —comentó— un amigo sacerdote me entregó la oración para la devoción privada a Mons. Álvaro del Portillo. Oración que todas las mañanas, durante estos últimos cuatro años, he incluido en mis oraciones matutinas».

En Santo Domingo, Mons. Pablo Cedano, Obispo Auxiliar, celebró la Misa por el alma de Mons. Álvaro del Portillo en la iglesia del Buen Pastor. Al final de la ceremonia se refirió a «algunas virtudes que resaltaron en su vida: la amabilidad, la fidelidad, la alegría entre otras. (...) Aunque muchas personas están seguras de su santidad y está muy difundida la costumbre de acudir privadamente a su intercesión, debemos con cariño filial seguir rezando por su persona, y pido a Dios que pronto comience el proceso de su beatificación».

En la catedral de Notre-Dame du Congo, la ceremonia fue presidida por el Obispo Auxiliar de Kinshasa, Mons. Daniel Nlandu. Al comenzar la Misa, dijo: «Nos disponemos a ofrecer esta Eucaristía por su alma; pero, al mismo tiempo, le damos las gracias por el ejemplo de fidelidad a Dios y a la Iglesia que nos dejó con su vida, así como por sus oraciones por nuestro país en momentos cruciales».

^[1] Cfr. Homilía de Mons. Javier Echevarría en la p. 45.