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Viajes Pastorales

Del 28 de julio al 12 de agosto, el Prelado del Opus Dei realizó un viaje pastoral a tres países americanos: Colombia, Venezuela y Trinidad-Tobago. Durante su estancia mantuvo diversos encuentros con los fieles de la Prelatura y con numerosas personas que participan en los medios de formación que imparte el Opus Dei en estos países.

Llegó a Santa Fe de Bogotá, capital de Colombia, el 28 de julio. Al día siguiente almorzó en la Nunciatura Apostólica, invitado por Mons. Beniamino Stella.

Desde la capital realizó varios viajes a otras ciudades del país. El día 30 estuvo en Cali, donde acudió a visitar al Arzobispo, Mons. Isaías Duarte, y recibió a numerosos fieles de la Prelatura. En el Teatro Municipal tuvo una reunión particularmente concurrida, en la que participaron unas 1500 personas. Ese mismo día, antes de volver a Bogotá, recibió una distinción del Gobernador del Departamento.

El martes 31 de julio se trasladó a Medellín, donde permaneció dos días. Estuvo con el Arzobispo, Monseñor Alberto Giraldo, Presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana. El miércoles 1 de agosto, en el Palacio de Exposiciones, se reunió con más de 5000 personas. Mons. Echevarría habló de la realidad de la Comunión de los Santos, haciendo ver a los asistentes que hay muchas personas en todo el mundo rezando para que se resuelva el conflicto colombiano. Por la tarde acudió al Gimnasio Los Alcázares, donde tuvo un cariñoso encuentro con alumnos, profesores y empleados del Colegio. Al terminar la visita le regalaron un ejemplar de un devocionario que habían editado con ocasión del Centenario del nacimiento del Beato Josemaría.

A partir del 2 de agosto permaneció en Bogotá. Ese mismo día dedicó el altar del oratorio en el Centro Cultural Hontanar. Al mediodía fue a rezar ante Nuestra Señora del Topo, en la Catedral Primada, antes de encontrarse con el Cardenal Pedro Rubiano. Por la tarde tuvo una reunión con algunas fieles y cooperadoras de la Prelatura. Posteriormente se trasladó al Gimnasio Los Cerros, donde tuvo un animado encuentro con gente joven.

El viernes 3 visitó la Universidad de la Sabana y se reunió con los profesores. Les recordó que la ciencia y la fe no sólamente tienen que marchar parejamente sino totalmente entrelazadas, porque Dios no quiere que en nuestras vidas haya nada apartado de la fe. Después de un coloquio con estudiantes, bendijo una imagen de Santa María, Madre del Amor Hermoso, y quiso reunirse también con los empleados de la Universidad. Como parte del recorrido por el Campus, visitó la Clínica Universitaria del Puente del Común, especializada en rehabilitación de disminuidos físicos. Por la tarde estuvo con el Arzobispo de Barranquilla, Mons. Rubén Salazar. El sábado 4, de nuevo en la Universidad de la Sabana, se entrevistó con Mons. Jorge Enrique Jiménez, Obispo de Zipaquirá y Presidente del CELAM. Posteriormente tuvo un encuentro en la misma Universidad con más de 14.000 personas. “Jesús ha dicho que todos están llamados a la santidad”, recordó a los asistentes Mons. Echevarría, “porque nos quiere con esas entrañas de misericordia y porque ha venido a la tierra para que todos tengamos participación en su vida. A mí me da mucha alegría deciros que el Opus Dei tiene como finalidad el difundir en el mundo entero que cada uno puede ser santo allí donde se encuentra: el ama de casa, en la familia; el trabajador, en su trabajo; el político, en su acción política; el economista... todos están llamados a la santidad”.


El 5 de agosto, el Prelado del Opus Dei llegó a Caracas, y de allí viajó al día siguiente a Maracaibo. En el aeropuerto de esta ciudad, la segunda más poblada de Venezuela, Mons. Echevarría fue recibido por el Alcalde, que le hizo entrega de las llaves de la ciudad y de una imagen de la Virgen, en señal de bienvenida y reconocimiento. A continuación se trasladó al Palacio de Eventos, donde tuvo un encuentro con un gran número de personas.

El martes 7 de agosto, Mons. Echevarría se reunió con un grupo de sacerdotes y seminaristas de diversas diócesis de Venezuela, a los que habló, entre otras cosas, de cuidar el recogimiento antes de celebrar la Santa Misa, del amor que deben tener a la diócesis y de la obediencia al Obispo.

El 8 de agosto, el Prelado del Opus Dei viajó a Trinidad. Durante su breve estancia en esta isla del Caribe visitó al Obispo auxiliar y se reunió en un salón de Port of Spain con un grupo numeroso de personas.

Mons. Echevarría permaneció los tres días siguientes en Caracas. El jueves por la mañana presidió un acto académico en la naciente Universidad Monteávila, de la cual es Presidente Honorario. Por la tarde, después de almorzar en la Nunciatura, se reunió con un grupo de gente joven en una residencia universitaria. El viernes 10 de agosto recibió por la mañana a un nutrido grupo de fieles de la Prelatura, y a continuación celebró la Santa Misa en la Iglesia de la Sagrada Familia de Nazaret, cuya atención está encomendada a sacerdotes de la Prelatura. Al día siguiente tuvo un encuentro general con gran afluencia de personas en el Liceo Los Arcos. El domingo 12, Mons. Echevarría emprendió el regreso a Europa.


El día 30 de agosto, el Prelado del Opus Dei viajó al santuario de Torreciudad, para conferir la ordenación sacerdotal a tres fieles de la Prelatura, como ya se ha dicho en páginas anteriores. Mons. Javier Echevarría permaneció en el santuario cuatro días, en los que dedicó largos ratos a charlas, clases y otros encuentros con los futuros presbíteros.

Durante su estancia en Torreciudad visitó al Obispo de Barbastro-Monzón. En Barbastro, el viernes 31 de agosto, se acercó al templo parroquial dedicado al Beato Josemaría, entonces todavía en construcción.

En Torreciudad mantuvo distintos encuentros con numerosas personas: con jóvenes de varios países que participaban en actividades de restauración y de protección del medio ambiente promovidas desde Centros del Opus Dei; con familias de algunos fieles de la Prelatura; con los asistentes a distintos cursos de formación; y con las personas que trabajan establemente en el santuario.

El lunes 3 de septiembre, a primera hora de la mañana, regresó a Roma.


A finales de septiembre, Mons. Javier Echevarría estuvo en Kazajstán, con ocasión del viaje pastoral que Juan Pablo II realizó en ese país. El Prelado del Opus Dei llegó a Almaty el viernes 21, y al día siguiente se trasladó a Astaná, donde el domingo 23 tendría lugar la concelebración eucarística con Juan Pablo II.

El lunes 24, Mons. Echevarría regresó a Almaty. A lo largo de los días siguientes se reunió en varias ocasiones con los fieles de la Prelatura que viven en esa ciudad y con los sacerdotes diocesanos de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz que residen en Shimkent. También tuvo encuentros con las personas que participan en los medios de formación. En estas reuniones recalcó que si Dios permite dificultades en el apostolado, da también su gracia para convertir en frutos lo que parecían imposibles.

Durante su estancia en la ciudad, Mons. Echevarría visitó las obras de construcción de la Academia de Idiomas Irtysh, un centro educativo femenino promovido por fieles de la Prelatura que se inaugurará próximamente.


Mons. Javier Echevarría viajó de nuevo a Torreciudad el viernes 7 de diciembre. Al día siguiente por la mañana se reunió con más de 400 jóvenes que participaban esa semana en algunas actividades culturales y deportivas. En estos encuentros, el Prelado transmitió la bendición del Santo Padre y su petición de oración y penitencia por la paz en el mundo.

Por la tarde del día 8, Mons. Javier Echevarría participó, con el Obispo de Barbastro-Monzón, Mons. Juan José Omella, y el Obispo emérito de la Diócesis, Mons. Ambrosio Echebarría, en la ceremonia de dedicación de la nueva parroquia del Beato Josemaría Escrivá, en Barbastro. Cuarenta sacerdotes concelebraron en la solemne Eucaristía.

A última hora del mismo día dirigió una charla a los participantes de un curso de retiro que estaba teniendo lugar en Torreciudad. El día 9, a primera hora de la mañana, celebró la Santa Misa en el Santuario. Después partió hacia Barcelona, y de allí a Roma.

Romana, n. 33, Julio-Diciembre 2001, p. 166-169.

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