Romana

Un grupo de once estudiantes universitarios de Nueva Delhi han trabajado como voluntarios durante doce días, del 20 de mayo al 1 de junio, en Gujarat, la zona más afectada por el terremoto de enero de 2001.

La expedición fue organizada por Kamet Study Centre y patrocinada por empresas y por ciudadanos locales. También de otros países llegó abundante ayuda para el proyecto. El terremoto, que destruyó pueblos enteros en el desierto del Kutch, provocó más de 30.000 muertos y dejó un millón de familias sin hogar.

El campamento de trabajo consistió principalmente en colaborar en las tareas de rehabilitación y ayuda que varias instituciones, nacionales y extranjeras, están llevando a cabo en la zona afectada. Hubo también oportunidad, antes y después del campamento, de otorgar gran parte de la ayuda económica que se había conseguido para la reconstrucción de viviendas, tan necesaria en estos momentos.

En esos pocos días, los jóvenes voluntarios estuvieron trabajando en tres aldeas, donde recabaron información de los habitantes para estudiar la cantidad de estructuras semi-permanentes que habría que distribuir en cada zona, hicieron un reconocimiento de las casas que habían sido destruidas y removieron escombros en varias localidades donde los trabajos de reconstrucción ya habían comenzado.

La temperatura media en estas fechas es de 45º C, y las condiciones en que se encuentra la mayoría de la población que ha perdido sus casas y pertenencias son lamentables. Los participantes en el campo de trabajo tuvieron oportunidad de compartir muchas horas del día con familias y niños, que agradecen siempre enormemente las visitas de la gente que quiere ayudarles.

La población católica en esta zona de la India es muy baja. Sin embargo, la presencia de la Iglesia, a través de instituciones educativas y de promoción social, es importante.

Los asistentes al campamento de trabajo aprovecharon estos días para, además de trabajar, participar en clases de doctrina cristiana. También procuraron intensificar su vida de piedad por medio de la asistencia diaria a la Santa Misa y el rezo del Rosario y otras devociones.

Al regresar a Nueva Delhi, la satisfacción del trabajo realizado ha llevado a los jóvenes universitarios a compartir en diferentes foros sus experiencias. Todos ellos han expresado que, a pesar de las dificultades del lugar, los mejores recuerdos son los de las familias que visitaron y las muestras de agradecimiento de tanta gente que, lejos de quejarse por su situación, se preparan ahora para afrontar el futuro con nuevas esperanzas.