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Kinshasa, R.D. Congo. Cuatro citas en el Congo

Del 6 al 27 de abril, durante cuatro sábados consecutivos, se dieron cita en Tangwa, Centro Cultural Universitario en Kinshasa, 150 estudiantes y jóvenes profesionales con el deseo de conocer mejor la figura y el mensaje del Beato Josemaría Escrivá, como fuente de inspiración para la puesta en marcha de iniciativas para la promoción social de la mujer.

La presentadora de estas jornadas, Dra. Amisi, citó un texto del Beato Josemaría en el que se descubre la razón de ser de las iniciativas presentadas: “Un hombre o una sociedad que no reaccione ante las tribulaciones o las injusticias, y que no se esfuerce por aliviarlas, no son un hombre o una sociedad a la medida del amor del Corazón de Cristo” (Es Cristo que pasa, n. 167). A lo largo de las intervenciones ha estado presente la reflexión sobre la necesidad de encontrar soluciones que contribuyan realmente al desarrollo, y sobre el trabajo bien hecho, con espíritu de servicio, como camino para conseguirlo.

Pocas personas en Kinshasa pueden decir que hayan conocido personalmente al Beato Josemaría. Una de ellas es la Dra. María Dolores Mazuecos, que vivió en los años 70 en Roma y contó sus recuerdos. Describió el inmenso panorama que mostraba el Beato Josemaría, convencido de que un día serían realidad las más variadas iniciativas de promoción de la mujer que se llevarían a cabo en todo el mundo.

La intervención de Annick Rascar, Directora del Institut Supérieur en Sciences Infirmières (ISSI), creado en 1997, mostró cómo este sueño va haciéndose realidad poco a poco también en Kinshasa. El ISSI, gracias al espíritu del mensaje del Beato Josemaría que lo anima, procura que sus alumnas adquieran una formación profesional seria, empapada de los valores humanos y cristianos. Tres promociones de enfermeras han obtenido ya el diploma y trabajan en diferentes instituciones hospitalarias de la capital y del interior del país.

Nelly Tshela, Directora Técnica del Liceo Profesional Kimbondo, explicó el nacimiento del Liceo desde las primeras clases, dadas al aire libre bajo un árbol, hasta el día de hoy en que se realiza ya una amplia labor educativa y social en una barriada rural de las afueras de Kinshasa.

Un documental sobre proyectos de desarrollo en varios países del mundo, entre ellos el Centro Médico Monkole de Kinshasa, seguido de un debate, completó la serie de “citas”. A una pregunta abierta sobre si valía la pena complicarse la vida por este tipo de iniciativas, la respuesta de una participante resumía el sentir de la asamblea: promover este tipo de iniciativas no es complicarse la vida sino darle un sentido.

Romana, n. 34, Enero-Junio 2002, p. 142-143.

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