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Fundación Takeli: inauguración de un nuevo centro escolar, Bodjondè (Togo)

La Fundación Takeli nació en Granada (España) en 2005. Su impulsor, Raymond Dyssyrama Takeli, que vive en España, es de Bodjondé, un pequeño poblado togolés de 1.900 habitantes. El objetivo de la fundación es dar educación a los niños del poblado.

En poco tiempo, la fundación ha construido un colegio y un instituto, y ha cubierto las cuotas de escolaridad de 451 niños: cada una cuesta anualmente el equivalente a 4 euros, algo que, aunque a los amigos granadinos de Raymond les parezca increíble, es una cifra inasequible para los habitantes de Bodjondé. Además, gracias a donaciones en especie de algunas firmas, se ha proporcionado a los niños material escolar y deportivo: libretas, lápices, mochilas, y también camisetas, balones de fútbol, etc.

«Yo nací en una familia muy numerosa, de 23 hermanos», ha explicado Raymond Takeli en una entrevista. «Y eso me marcó. Pero el punto de inicio, la mecha que prendió esta idea... fue la carta que me envió a Granada una de mis hermanas en enero de 2005. Habían expulsado a sus dos hijas de la escuela por no poder pagar las matrículas. Aquello me produjo una gran tristeza y pensé que yo soy un privilegiado togolés viviendo en Cullar Vega, con una esposa excelente y dos niños despiertos. Mi sueldo de maestro de francés no da para muchas alegrías, pero decidí hacer algo. Además, soy supernumerario del Opus Dei, y me han hablado muchas veces de la responsabilidad de los cristianos en el campo de la justicia social».

Empezó por exponer a sus propios alumnos lo que podían significar 4 euros en la selva africana. «Y uno me dijo: “Messié, yo puedo pagar tres matrículas”. Y otro: “Yo, cinco”; y otro: “Yo, una”. Y otro: “Yo voy a hablar con mi padre”. Así comenzamos. Luego, algunos amigos me ayudaron a crear las bases de la fundación...».

El lema de la fundación es: Ayuda sí. Educación más. Al empeño por sacarla adelante se han sumado firmas comerciales y corporaciones públicas, como la Universidad de Granada y los ayuntamientos de Armilla y Cullar Vega, y sobre todo muchas personas particulares: por ejemplo, muchos alumnos, y también padres y madres, de los colegios Mulhacén (donde Raymond da clases) y Monaita, así como de otros centros escolares.

En 2006, gracias a donaciones de diferente entidad, también por parte de empresas constructoras, entraron en funcionamiento, en Bodjondé, una escuela, una farmacia (a la que periódicamente se envían desde España cajas de medicinas) y un pozo de agua. El 28 de mayo de este año se ha inaugurado un instituto con cuatro aulas.

Romana, n. 44, Enero-Junio 2007, p. 158-159.

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