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Proyecto Wassa, Abidján (Costa de Marfil)

El Proyecto Wassa es una iniciativa de asistencia médica y social promovida por estudiantes y jóvenes médicos a través de la Association pour le Développement Social et Culturel (ADESC).

Concretamente, las personas implicadas son estudiantes de segundo a octavo curso de Ciencias de la Salud y médicos internos de hospitales. La mayoría participa en las actividades de formación del Centro Cultural Comoë. La tarea se lleva a cabo en Wassa, un suburbio de Abidjan desprovisto de toda infraestructura sanitaria.

Los habitantes de Wassa proceden de todas las regiones de Costa de Marfil, y también de los países vecinos: Burkina-Faso, Mali, Ghana, Togo, Senegal, Mauritania. Las condiciones de vida en las chabolas del barrio son precarias e insalubres. Los hombres que tienen un salario trabajan como cocineros o guardianes en los chalets de los barrios cercanos. Algunas mujeres desarrollan pequeñas actividades comerciales (venta de agua helada, bollos, etc.) para contribuir a la economía familiar.

El Proyecto Wassa comenzó en junio de 2006. Todos los sábados, los voluntarios se dirigen a Wassa para ocuparse de sus amigos (así los llaman: de hecho, están muy unidos a sus pacientes, con los que se ha creado una relación muy cordial). La vuelta a casa, al término de la sesión, suele retrasarse, porque a menudo hay más pacientes de los previstos y es difícil irse “a la hora”.

En cada sesión hay cinco tipos de actividades: sensibilización de pacientes sobre las enfermedades a las que están expuestos, toma de constantes fisiológicas, consulta, curas de heridas (sobre todo a niños) y reparto de medicamentos. La media de pacientes es de 68 por sesión. El número de médicos y estudiantes que los atienden oscila entre 15 y 20.

En las primeras sesiones, las enfermedades más comunes eran las amibiasis intestinales, la salmonelosis, el paludismo y la sarna. Es decir, las enfermedades debidas a la insalubridad de la zona y a la falta de condiciones higiénicas. Esta constatación movió a los promotores de la iniciativa a insistir en la prevención, pues se dieron cuenta de que no servía de nada dar medicamentos si no se hacía algo para evitar que las infecciones volvieran a producirse. Se demostraron muy eficaces unos grandes carteles sobre el modo de evitar las enfermedades y sobre las consecuencias de la falta de higiene.

El proyecto es para todos una magnífica experiencia. Permite a muchos estudiantes practicar las enseñanzas recibidas en la facultad, adquirir una cierta formación sanitaria y, sobre todo, apreciar la responsabilidad de poner con generosidad su tiempo, su energía y su saber a disposición de personas necesitadas.

Romana, n. 44, Enero-Junio 2007, p. 156-157.

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