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Kenia 23-IV-2008: Entrevista en The Standard

Entrevista en The Standard , con ocasión del reconocimiento oficial de la Universidad de Strathmore por el gobierno de Kenia.

Ud. Vivió por muchos años al lado de San Josemaría, que fue el inspirador de Strathmore. Por favor, cuéntenos un poco acerca de su visión de la universidad.

Cuando San Josemaría aceptó, en 1957, la invitación del Arzobispo Gastone Mojaisky Perelli, entonces Delegado Apostólico en Mombasa, para empezar una universidad en Nairobi, él respondía en realidad al horizonte universal que Dios había dado al Opus Dei desde su inicio.

La invitación vino en un momento histórico para África y para Kenya en particular. La completa independencia había ocurrido solo cinco años antes y el país tenía un gobierno multi-étnico transitorio. San Josemaría estaba abierto a fundar una universidad con la condición de que el gobierno garantizara su independencia y autonomía. Sin embargo, pronto quedó claro que el proyecto de establecer una institución de nivel universitario, abierto a estudiantes de todas las razas, tenía que ser modificado. Fue el mismo Fundador quien sugirió establecer en cambio un “instituto de enseñanza superior” y una residencia de estudiantes.

Y así fue cómo Strathmore College comenzó como un “A” Level College; un nuevo tipo de escuela especial, con cursos de dos años de duración, que servía de puente entre la educación secundaria y la universidad. El College mantendría la secularidad del Opus Dei, y se guiaría por cuatro líneas generales: sería interracial; estaría abierto a los no católicos y no cristianos; no sería catalogado como escuela misionera; y los estudiantes tendrían que pagar por lo menos una cantidad simbólica.

Las autoridades coloniales eran escépticas acerca del futuro de un colegio abierto a estudiantes de toda raza, tribu y religión. Era el primer experimento de esta clase en el África del este. Desde el principio, sin embargo, admitió africanos, europeos e indios; de todas las religiones, y miembros de tribus diferentes.

¿Qué es lo que inspira las obras corporativas del Opus Dei como Strathmore University?

Las iniciativas como Strathmore University deben perseguir no solo el más alto nivel de excelencia académica, sino que, manteniendo la intención y espíritu de su Fundador, apuntan a ofrecer una formación integral, centrada también en las facetas humana, moral y espiritual de cada persona. Este talante global es puesto en práctica en la vida de todos aquellos que están asociados, de una forma u otra, a la Universidad. Como solía decir San Josemaría, de cien almas, nos interesan las cien.

¿Cuál es su visión de la Universidad?

Para citar a mi predecesor, S.E. Mons. Álvaro del Portillo, la universidad debe ser un lugar de trabajo intenso, donde el desarrollo científico, los avances técnicos, y las nuevas ideas influyan decisivamente en la configuración de la sociedad humana. Este esfuerzo conduce a un verdadero progreso cuando se respeta y ama la naturaleza y dignidad de la persona humana, llamada a vivir en unidad con todos los hombres y mujeres y a caminar hacia Dios.

Como Canciller, ¿Qué espera de los estudiantes y del personal de la Universidad?

En la Universidad se debe tener conciencia de la necesidad de transmitir no solo un conocimiento técnico, sino también la alegría de ser cristianos, de ser hijos de Dios, de vivir para Dios. Y nosotros no vivimos para Dios solo los domingos cuando vamos a la Iglesia, sino también en la familia y en el trabajo. Animo a todos en la Universidad para que contribuyan a hacerla una verdadera familia donde nos amemos los unos a los otros: los directivos, los profesores, el personal de apoyo y administrativo y los estudiantes: tenemos que vivir el uno para el otro.

¿Qué consejo daría al personal y a los estudiantes respecto a involucrarse en los asuntos del país y de todo el mundo?

Quienes trabajan en universidades usualmente aprecian y tienen mucho entusiasmo por su trabajo. Les animo por tanto a fomentar aún más su sentido de responsabilidad en sus tareas. Kenya y el mundo tienen necesidad del ejemplo de sus investigaciones y enseñanzas, que empujarán a muchos otros a asumir el esfuerzo por conocer la verdad, contribuyendo así a resolver los grandes problemas de nuestra sociedad y de nuestro tiempo.

Cuéntenos, por favor, acerca de su familia y niñez.

Nací en Madrid el 14 de junio de 1932, era el más joven de ocho hijos. Mi padre era de la región vasca de España. Era ingeniero industrial y también profesor en la Escuela de Ingenieros. De él obtuve mi interés por la educación universitaria.

¿Cómo y cuándo conoció el Opus Dei?

Conocí algunos miembros del Opus Dei en una residencia universitaria en la Calle Diego de León en Madrid en 1948. Un artículo en una revista acerca del Opus Dei había suscitado un gran interés entre los estudiantes, y muchos de nosotros comenzamos a reunirnos en la residencia de estudiantes para conocer mejor su realidad e importancia. Yo me incorporé el ocho de septiembre de 1948.

¿Cuándo fue Ud. ordenado sacerdote y dónde ha ejercido su ministerio desde su ordenación?

Fui ordenado sacerdote en agosto de 1955. Trabajé como colaborador cercano a San Josemaría Escrivá de Balaguer, como su secretario personal desde 1953 hasta su muerte en 1975.

Cuando Álvaro del Portillo sucedió a Josemaría Escrivá como cabeza del Opus Dei en 1975, fui nombrado Secretario General, cargo que hasta ese momento había sido ocupado por Mons. del Portillo.

Fui elegido y nombrado Prelado del Opus Dei por Su Santidad el Papa Juan Pablo II el 20 de abril de 1994. Fui ordenado obispo en la Basílica de San Pedro el 6 de enero de 1995.

Romana, n. 46, Enero-Junio 2008, p. 97-99.

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