Romana

El pasado mes de julio tuvo lugar una nueva edición del campo de trabajo que organiza anualmente el Centro Cultural Harmica de Zagreb, para universitarias europeas que deciden dedicar parte de las vacaciones a una tarea social. En esta ocasión se desarrolló en Udbina, un pueblo de la región de Lika, en Croacia. Participaron varias estudiantes suecas, de Estocolmo y Malmö, así como un buen grupo de universitarias inglesas y de otras naciones europeas. El grupo dedicó las mañanas al trabajo con personas mayores que viven solas y sin recursos materiales. Personal de la Cruz Roja orientaba a las voluntarias en los trabajos de limpiar y pintar casas, preparar alimentos y acompañar a los ancianos. La guerra ha dejado una profunda huella de dolor en esta tierra y por ello, más allá del trabajo material de limpieza o pintura, las jóvenes dedicaron muchas horas a escuchar y a hacer compañía a los mayores. Por las tardes se dedicaron sobre todo a la atención de actividades escolares y educativas para los niños de la población.

Una de las participantes suecas, explicaba: “nosotras habíamos viajado porque queríamos ayudar, conseguir un cambio en la vida de alguien; sin embargo la ayuda y el cambio se produjeron en nosotras al estar en contacto con la necesidad del otro”. Y añadía: “ahora podemos decir: sí, también en las vacaciones hemos aprendido; hemos aprendido lo que no enseñan los libros”.