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Montevideo (Uruguay):Una isla en Casavalle

“El lugar no puede determinarte la vida”; con esta frase la directora del Centro de Apoyo al Desarrollo Integral (Cadi) explica la premisa que mantiene en pie esta labor de apostolado corporativo del Opus Dei que atiende a más de 600 familias de Casavalle, un barrio calificado como de extrema pobreza y con los peores índices educativos del país. Su misión es la promoción sociocultural de la infancia y la familia en situación de riesgo social, a través de la inserción educativa, laboral y comunitaria de la mujer. Los recursos para cubrir el presupuesto anual se consiguen con el apoyo de 103 empresas y con aportaciones de particulares y fundaciones.

El Cadi cuenta con el centro de educación preescolar más grande de Uruguay: 600 niños menores de 3 años. Los más pequeños participan de un taller de estimulación temprana, junto con sus padres, para fortalecer el vínculo, y con la colaboración de psicomotricistas y psicólogos. Además, un club juvenil ofrece actividades extraescolares (estudio, inglés, informática, música) a 120 niñas de entre 5 y 12 años. En el barrio de Casavalle hay muchos retos que superar: más del 70% de los jóvenes ha desertado del sistema educativo y no busca empleo; entre ellos hay 3.000 chicas de entre 15 y 19 años. Una vez terminada la escuela, Cadi también les ofrece oportunidades formativas, como el curso de gestión multimedia, que ha iniciado este año. Las chicas se forman en lo que se conoce como “competencias transversales”: el plan de estudios incluye asignaturas como “Vivencia a través del arte”, y “Carácter y personalidad”. El 90% consiguen la inserción laboral. También es alto el porcentaje de chicas que, una vez egresadas e incluso trabajando, emprenden nuevos estudios, pues descubren que pueden superar sus expectativas.

Romana, n. 54, Enero-Junio 2012, p. 157.

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