envelope-oenvelopebookscartsearchmenu

Epistolario con el Card. José María Bueno Monreal

El sexto volumen de Studia et Documenta, publicado por el Istituto Storico San Josemaría Escrivá de Roma, relata, entre otras cosas, la relación de amistad entre san Josemaría y el Card. José María Bueno Monreal. Esta larga relación (1939-1975) se desgrana en el epistolario cruzado entre ambos, acompañado de un aparato crítico y precedido por una amplia introducción a cargo del profesor Santiago Martínez Sánchez, especialista en Historia contemporánea. Por su parte, el Rev. Fernando Crovetto, historiador, publica otro documento inédito: el relato de Juan Jiménez Vargas sobre los comienzos de la obra de San Rafael (1933-1935), es decir, el conjunto de actividades de formación cristiana para gente joven que san Josemaría promovía ya desde esos años anteriores a la guerra de España.

La primera parte de este número está dedicada monográficamente a la relación entre el fundador del Opus Dei y cuatro intelectuales: José María Albareda, Rafael Calvo Serer, Mons. José López Ortiz y Mons. Willy Onclin. El primero de ellos, fiel del Opus Dei, fue un protagonista de la vida científica española durante casi treinta años, por su labor investigadora en el campo de la edafología y por su trabajo como Secretario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) desde su creación en 1939 hasta 1966. En 1960 fue ordenado sacerdote. Pablo Pérez López, catedrático de Historia Contemporánea, recorre los primeros años de su relación con san Josemaría, de 1935 a 1939, y los momentos especialmente difíciles que vivieron juntos huyendo de la persecución religiosa, durante la guerra civil española.

En ese mismo contexto cronológico se centra el trabajo de Onésimo Díaz, especialista en historia cultural y política del siglo XX. Trata sobre los primeros contactos de san Josemaría con Rafael Calvo Serer, catedrático de Historia y promotor de empresas culturales y periodísticas, cuyo activismo político le llevaría al enfrentamiento con el régimen franquista y daría lugar al cierre del diario Madrid, del que era presidente. También Calvo Serer era miembro del Opus Dei, y —como Albareda— experimentó el impulso espiritual de san Josemaría para desenvolver con toda libertad, pero con un profundo sentido cristiano, la propia actividad cultural y política.

El Rev. José Carlos Martín de la Hoz, teólogo e historiador, presenta la figura de Mons. José López Ortiz, obispo e historiador del Derecho. Su relación con Josemaría Escrivá fue larga —algo más de cincuenta años— y estuvo marcada por una profunda amistad.

El cuarto intelectual es el canonista belga Willy Onclin. El Rev. profesor Jean-Pierre Schouppe, canonista, ofrece un resumen de su amistad con el fundador del Opus Dei desde que se conocieron durante los años del Concilio Vaticano II. Onclin, profesor de Lovaina, fue uno de los principales redactores del Código de Derecho Canónico de 1983.

La sección Estudios y Notas se abre con un artículo del historiador Luis Cano, que analiza las gestiones y actividades que llevó a cabo el fundador del Opus Dei en Roma en el verano de 1946, durante su primer viaje a la Ciudad Eterna. De esa primera estancia romana data el origen de su relación con dos de los principales protagonistas de la historia de la Iglesia en el siglo XX: el Papa Pío XII y uno de sus más estrechos colaboradores, Mons. Giovanni Battista Montini, futuro Papa Pablo VI.

El siguiente artículo está escrito por Mercedes Montero, historiadora de la Comunicación. Trata sobre la situación universitaria femenina en España entre 1910 y 1936 y su relación con el contexto del punto 946 de Camino. Montero señala quién es el autor de una frase que recoge san Josemaría en ese punto y documenta la visión esperanzada y realista que ya por esos años tenía el fundador del Opus Dei acerca de la importante misión de la mujer en la vida universitaria.

El historiador Jaume Aurell, en un largo estudio, afronta el tema de la formación del mito o “gran relato” sobre el Opus Dei en la España franquista: el contraste entre la realidad de la Obra y su imagen pública. Calificada como “peligrosa novedad” o “herejía” por parte de un sector del catolicismo español de la posguerra, pasó a ser considerada como una organización conservadora e incluso integrista. En otras palabras, Aurell ha investigado los elementos que componen ese “mito” negativo o “leyenda negra” del Opus Dei, sus orígenes y su evolución, y los ha interpretado a la luz de los principios generales sobre los mecanismos que rigen la formación de estas visiones simplificadoras sobre personas e instituciones.

La revista ofrece también noticias actuales relacionadas con el Opus Dei y su fundador y una sección bibliográfica, que comprende esta vez la bibliografía general sobre Mons. Álvaro del Portillo.

Romana, n. 54, Enero-Junio 2012, p. 130-131.

Enviar a un amigo