Romana

“Parokya ni San Josemaria Escriva” es el nombre, en tagalo, de la primera iglesia dedicada a san Josemaría Escrivá de Balaguer en el archipiélago filipino y en el conjunto de Asia. Once años después de su erección canónica (24 de febrero de 2003), la parroquia cuenta con un templo definitivo, construido en Gerona (Tarlac), una localidad situada a 130 kilómetros de Manila (Filipinas).

El 14 de febrero, la nueva iglesia parroquial fue dedicada solemnemente por Mons. Florentino Cinense, obispo de Tarlac. «Se dedicó esta iglesia a san Josemaría por ser el santo de la “normalidad de la vida”, que nos recuerda que podemos encontrar a Dios en el cumplimiento de nuestros deberes comunes de la vida diaria», afirmó el obispo en una entrevista. Esta decisión forma parte de un proyecto de la diócesis de Tarlac, que prevé asignar las futuras parroquias a la titularidad de santos contemporáneos. «Esos santos han experimentado lo que nosotros mismos estamos viviendo en estos momentos —afirmó Mons. Cinense— y es de esperar que nuestros fieles puedan relacionarse con ellos».

Con motivo de la construcción del templo, los habitantes de esa localidad trataron de explicar a mucha gente el mensaje de la llamada universal a la santidad y difundieron numerosas estampas de san Josemaría, su nuevo patrón.

Preside el edificio una gran estatua del ángel de la guarda. Una luz lo ilumina por la noche para servir de guía y punto de referencia a los que caminan por la localidad. Entre las dos puertas principales de acceso se colocó un gran medallón con la efigie de san Josemaría de perfil. El presbiterio del templo cuenta con un retablo compuesto por las escenas de la Anunciación, la Sagrada Familia en el trabajo, la huida a Egipto y la Natividad. A la izquierda del tabernáculo se ha colocado un cuadro de san Josemaría y simétricamente, en el lado opuesto, se ha reservado un espacio para una imagen de Mons. Álvaro del Portillo, que se colocará tras su beatificación.