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Homenaje a Mons. Javier Echevarría en la Universidad de Navarra, Pamplona (España) el 19 de enero

El prelado del Opus Dei viajó a Pamplona para participar en un homenaje a Mons. Javier Echevarría como Gran Canciller de la Universidad de Navarra. En el acto, celebrado el 19 de enero, intervinieron —junto a Mons. Fernando Ocáriz— el rector de la universidad, Alfonso Sánchez-Tabernero, el anterior director general del IESE, Jordi Canals y la vicedecana de la Facultad de Medicina, la Dra. Arantza Campo.

La doctora Campo, que atendió médicamente a Mons. Javier Echevarría, señaló cómo «agradecía de corazón todos los cuidados recibidos» y se mostraba «cercano y cordial y, muy frecuentemente, con algún detalle de humor». El profesor Canals se refirió al «legado de buen gobierno» que Mons. Echevarría dejó a quienes trabajan en la Universidad de Navarra: sentido de misión, empuje en los proyectos y una combinación de visión universal e interés por cada persona. Por su parte, el rector de la Universidad de Navarra destacó tres aspectos de la personalidad del anterior Gran Canciller: cercanía, magnanimidad y gratitud.

Por su parte, Mons. Ocáriz se fijó en un rasgo que su predecesor, en sintonía con san Josemaría, deseaba para la Universidad de Navarra: «La apertura al mundo entero, con la ilusión de servir, de compartir lo mejor que se tiene».

Tras el acto académico, el prelado saludó a los representantes de los alumnos de la universidad, a quienes animó a cuidar su trabajo actual, el estudio, fomentando el compañerismo y sin aislarse «de forma individualista».

Por la tarde Mons. Ocáriz se reunió con un centenar de profesores y empleados de la universidad que ocupan cargos directivos. A raíz de las preguntas de los asistentes, se refirió a asuntos como la prioridad de la persona en las decisiones de gobierno, el fomento de la interdisciplinariedad en la tarea universitaria y la conveniencia de mostrar la identidad cristiana de la universidad fundada por san Josemaría.

A continuación visitó el colegio Izaga y compartió unos minutos con el personal y las familias del centro educativo. Les recordó que la actividad del colegio debe aspirar no solo a que las profesoras, las alumnas y sus familias crezcan en virtudes o intelectualmente sino, especialmente, en amor a Jesucristo, que «es lo que nos hace mejores personas, más capaces de hacer el bien».

De vuelta al campus universitario, participó en una reunión académica en el Edificio de las Facultades Eclesiásticas, en el que felicitó a los profesores de Teología por el 50 aniversario de su facultad. Parafraseando a san Josemaría, Mons. Ocáriz recordó que «la teología se estudia bien cuando la materia de estudio se hace materia de oración». Además, animó al claustro a hacer su trabajo «con entusiasmo por la verdad de Dios y el misterio de Cristo y de la Iglesia».

Después de este acto, el prelado mantuvo un encuentro con seminaristas en el Colegio Eclesiástico Internacional Bidasoa, en el que se forman actualmente casi un centenar de estudiantes de 24 países.

Romana, n. 66, Enero-Junio 2018, p. 83-84.

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