Romana

El domingo 2 de septiembre, el obispo de Cuenca (España), Mons. José María Yanguas, confirió la ordenación sacerdotal a tres diáconos de la Prelatura, Gabriel Robledillo Amezcua, Francisco Javier Pérez León y Emanuel de Jesús Estrada Canizales, en el Santuario de Torreciudad. El prelado del Opus Dei, monseñor Fernando Ocáriz, participó en la ceremonia.

El obispo Yanguas, a partir del Evangelio que la liturgia propone para la misa de ordenación de nuevos presbíteros, recordó «que el sacerdote participa en el oficio de buen pastor, propio de Jesucristo nuestro Señor. Buen pastor es aquel que da la vida por las ovejas, el que se da, el que se entrega a las ovejas hasta la muerte, hasta la donación total de sí mismo, en beneficio de cuantos le han sido confiados. Por ser oficio de personas que se entregan, de personas enamoradas, se desempeña con alegría, que es la nota que hace visible el amor. Quien se dona totalmente lo hace, en efecto, con alegría, feliz de derramarse en libación de suave olor por las ovejas del rebaño».

«La Iglesia, queridos ordenados —continuó Mons. Yanguas— os pide ser sacerdotes alegres, llenos del amor de Dios, deseosos de sacrificaros sin reservas, deseosos de servir a vuestros hermanos los tesoros de la gracia divina».

Los nuevos presbíteros estuvieron acompañados por numerosos familiares, amigos y colegas.