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Ordenación sacerdotal de 34 fieles del Opus Dei, basílica de San Eugenio, Roma (4-V-2019)

34 fieles del Opus Dei recibieron la ordenación sacerdotal el pasado sábado 4 de mayo en la basílica de san Eugenio de manos del cardenal Antonio Cañizares. Los nuevos presbíteros provienen de 16 países y se incorporan al clero de la Prelatura.

En su homilía, dirigiéndose a los diáconos, el cardenal dijo: «No lo olvidéis: el buen pastor es el que, como Cristo, piensa siempre en el bien de las almas antes que en sus intereses personales. Y para esto es capaz de los sacrificios más grandes, porque sabe amar».

El prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz, participó en la ceremonia desde el presbiterio. A la ordenación asistieron familiares y numerosos amigos de los nuevos sacerdotes.

«Solo el amor -señaló el cardenal Cañizares- puede dar sentido a una vida de entrega. Un amor que procuraremos llevar hasta el extremo, hasta el olvido de sí, que nos llevará a vivir contentos, trabajando donde Dios nos quiera, cumpliendo con esmero su voluntad».

Recogiendo palabras del Papa, recordó que «acompañar es la clave del ser pastores hoy en día. Se necesitan ministros que encarnen la cercanía del Buen Pastor, de sacerdotes que sean iconos vivientes de cercanía».

El cardenal animó a los candidatos a cuidar especialmente la Misa y la Penitencia: «Ante la maravilla de ser confesor, de ser ministro de la gracia de Dios, considerad que todos necesitamos ese perdón; que seáis buenos confesores y buenos penitentes. En efecto, acompañar a los demás quiere decir que también uno mismo se pone en camino, luchando contra los propios defectos contando con la gracia de Dios».

El celebrante imaginó unas palabras que san Josemaría podría decir a las familias de los ordenandos: «Llenaos de alegría porque el Señor se haya dignado a elegir a uno de vuestra familia para que, siendo su ministro, procure llevar la paz de Dios a todo el mundo». «Dios siempre promete futuro -aseguró-. Hoy también sigue anunciándonos que Él nunca dejará de mandarnos pastores y que la ayuda del ministerio sacerdotal nunca nos faltará».

Los candidatos procedían de Brasil, Colombia, España, México, Nueva Zelanda, Venezuela, Chile, Estados Unidos, Kenia, Francia, Paraguay, El Salvador, Uganda, Filipinas, Perú e Italia.

Estos son los nuevos sacerdotes: Sérgio Sardinha de Azevedo (Brasil); Luis Miguel Bravo Álvarez (Colombia); José María Cerveró García (España); Miguel Ángel de Fuentes Guillén (España); Ernesto de la Peña González (México); José Luis de Prada Llusá (España); Javier María Erburu Calvo (España); Samuel Thomas Harold Fancourt (Nueva Zelanda); Gerardo Andrés Febres-Cordero Carrillo (Venezuela); José Nicolás Garcés Lira (Chile); Óscar Garza Aincioa (España); Pedro González-Aller Gross (España): John Paul Graells Antón (Estados Unidos); Diego Guerrero Gil (España); Jorge Iriarte Franco (España); Paul Muleli Kioko (Kenia); Yann Le Bras (Francia); Cristhian Alcides Lezcano Vicencini (Paraguay); Álvaro Linares Rodríguez (España); Miguel Llamas Díez (España); Eduardo Andrés Marín Perna (El Salvador); Javier Martínez González (España); Luis María Martínez Otero (España); Bernardo José Montes Arraztoa (Chile); Bernard Kagunda Nderito (Kenia); Deogratias Gumisiriza Nyamutale (Uganda); Nathaniel Peña Baluda (Filipinas); Rafael Quinto Pojol (Filipinas); César Augusto Risco Benites (Perú); Rafael de Freitas Sartori (Brasil); David Saumell Ocáriz (España); Cayetano Taberner Navarro (España); Claudio Tagliapietra (Italia); Fernando María Valdés López (España).

Romana, n. 68, Enero-Junio 2019, p. 121-122.

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