Romana

La arquidiócesis de Florianópolis inició, con la instauración del tribunal, el proceso de beatificación y canonización de Marcelo Henrique Câmara, fiel supernumerario del Opus Dei. La ceremonia tuvo lugar en el Santuario del Sagrado Corazón de Jesús (Ingleses do Rio Vermelho, Florianópolis), seguida de una Misa concelebrada por el arzobispo Wilson Tadeu Jöunck.

El postulador romano, Rev. Paolo Villota, participó en la apertura del proceso. Al final de la Misa, en la que participaron los padres y el hermano de Marcelo Câmara, se leyó el acta de reconocimiento de los restos mortales del Siervo de Dios, que fueron trasladados del Cementerio de Itacorubi a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, donde Marcelo ayudaba con frecuencia.

En su homilía, Mons. Wilson Tadeu Jönk destacó que «es hora de poner la santidad sobre el candelero» y de «asumir esta llamada, esta vocación a ser santos». «Esto es lo que nos enseña Marcelo con su vida tan corta, pero con un testimonio tan intenso». Según el arzobispo, el joven Marcelo «fue llamado a buscar la santidad paso a paso y creciendo en la comprensión de lo que era la vida de santidad, fue asumiendo esta vida y nos entrega este hermoso testimonio, en todos los pasos de su vida, en todos los ambientes de su vida». «Marcelo tuvo un episodio muy interesante en su vida. Le impactó mucho una conferencia sobre la persona de Jesús. No es que no conociera a Jesús, pero allí se le presentó de una manera tan fuerte que quiso servir a Jesús» y «lo hizo con todas sus fuerzas».

Así, reiteró el «testimonio cristiano» de Marcelo en «todos los ambientes», como, por ejemplo, «en la universidad, donde sabemos que muchas veces Dios no es muy bienvenido», o incluso «en el ambiente jurídico, como abogado, luego como fiscal».

«Que este día en que iniciamos el proceso de beatificación de Marcelo sea también para nosotros un nuevo comienzo, un momento de despertar como Marcelo después de escuchar la conferencia sobre Cristo», concluyó el arzobispo.

La página web de la diócesis de Florianópolis cuenta que Marcelo Henrique Câmara fue un hijo y hermano extremadamente dedicado a su familia. Maduró muy pronto tras la separación de sus padres y a los 10 años asumió una actitud de responsabilidad hacia su madre y su hermano menor.

En su juventud, trató de aprovechar al máximo sus dotes intelectuales, comprometiéndose con sus estudios. Se convirtió en profesor de Derecho, trabajando como profesor sustituto en la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC) y como fiscal del Estado.

Al inicio de su etapa universitaria participó en el retiro espiritual del Movimiento Emaús y obtuvo la gracia de una profunda conversión al Evangelio. En los años siguientes ejerció un intenso apostolado con los jóvenes del Movimiento y en su parroquia.

Participando en los medios de formación del Opus Dei encontró la confirmación de su vocación laical a santificar las realidades temporales, incluido el trabajo profesional. Murió el Jueves Santo, 20 de marzo de 2008. Desde entonces, la fama de santidad del joven se ha difundido considerablemente.