envelope-oenvelopebookscartsearchmenu

Mensaje del 11 de abril

Queridísimos: ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!

En este tiempo de Pascua celebramos el gran motivo de nuestra alegría: ¡Cristo ha resucitado! Además, cada uno tendrá otros motivos para estar alegre: sentirse querido y comprendido por quienes tiene cerca, alguna celebración familiar, una satisfacción en el trabajo, parientes que salen adelante en medio de las dificultades, etc. Todas esas realidades —grandes y pequeñas, tantas veces mezcladas con el límite y el sufrimiento humano— son un don de Dios y nos muestran que la cercanía de Cristo Resucitado en la vida de cada uno también se manifiesta en lo bueno que realizamos o que nos sucede.

Hagamos memoria agradecida de esos momentos, también cuando algo de tristeza quiera asomarse a nuestra alma. La Virgen Santísima, a la que reconocemos como causa de nuestra alegría, nos ayudará a estar contentos y a ser, como deseaba san Josemaría, sembradores de paz y de alegría.

Roma, 11 de abril de 2021

Romana, n. 72, Enero-Junio 2021, p. 63.

Enviar a un amigo